lunes, 25 de mayo de 2009

Celedonio Flores

Vieja luna (tango-lunfardo)

Como el sol hace mucho me alegraba de día
hoy me alegra, en la noche, la caricia lunar.
Mi bohemia se hunde en su melancolía,
mi bohemia la busca misteriosa y fatal.
Si estoy solo en mi pieza, en mi lúgubre pieza,
soledad que matizan cigarrillo y café,
abro bien la ventana y la luna me besa
y me besa la luna con un beso de fe.

Vieja luna
que brindaste la fortuna
de tu plata y tu bondad.
Vieja luna
te quiero como a ninguna,
como nadie te querrá.
Tú sabes
que es un secreto la pena
que en noches de luna llena
suavemente te conté.
Vieja luna
te quiero como a ninguna,
como a nadie más querré.

Cuando ambulo en las noches por mi barrio lejano
divagando de cosas que no son ni serán,
me da el brazo la luna, cual si fuera mi hermano,
y le cuento mis penas, mi desdicha, mi afán.
Es la linda de siempre, mi poética amiga,
blanca, suave, discreta, soñadora, cordial.
Si me ve que estoy triste me acaricia, me besa
y le enciende faroles a mi pobre arrabal.

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