El poeta retorna a los potreros con un clavel en la mano
Solo me fui por los potreros solos
Con un poco de desdén.
Y había una lata
Y una rata y una batata
Y un oscuro terraplén.
Oh, qué mala pata.
Solo me fuí por los potreros solos,
A la orilla del cedrón y había una bota
Y una sota
Y una pava rota
Y un espejo de ocasión
Oh qué vida idiota.
Musa de la musa musa,
rosa de la rosa rosa,
dejad a mi pecho que tosa
y a ese viejo que venda merluza.
Sopa de la sopa sopa,
Ajo de los ajos ajos
Brindadme una mesa, una copa
Y una risa de arriba hasta abajo.
Cala de la cala cala
sombra de la calle, huída
quebradle la pata a la mala,
arrojadle lo idiota a la vida.
domingo, 10 de mayo de 2009
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