domingo, 24 de mayo de 2009

Luchi Luis

El ocio creador

Dénme lugar y moveré la tierra.
Déjenme cambiarle de sitio a las luces,
necesito más días nublados
más noche extendidas.
Traiganme un ojo de cerradura,
víveres, pluma bañada en tinta,
cama de piedra, el rincón seco
y una pizquita de sol
para sentir el gusto.
Con la condición
que no me obliguen a trabajar.
Taparrabos y leña serán suficientes.
Cuando me encuentre alguien que sepa de mí,
y me enriquezca con una mirada amistosa,
le recitaré sobre la nube navegando
o sobre un gemido asestado.
Santificaré la herencia maldecida,
aplaudiré las protestas
y si llega a precisar
la mitad de la constelación de orión,
la repartiremos en el hambre del misterio.
Qué pobre es mi haber, qué pobre;
Siempre diciendo no,
Las fiestas no,
el cortejo no,
en los versos no
y más que nada trabajar no,
tengo muy poco tiempo.

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