jueves, 30 de julio de 2009

Nasrudin

Hambriento

Nasrudin estaba tan hambriento que se puso a comer a dos manos.
—¿Cómo puede comer a dos manos siendo un Mullah?, le preguntó el camarero.
—¡Porque no tengo tres!, le respondió Nasrudín, sin inmutarse y sin dejar de masticar a mandíbula batiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario