domingo, 5 de julio de 2009

Empezar por uno mismo

Había una vez un hombre que tuvo un sueño, en el cual su Dios le encomendaba una importante misión:
—Debes cambiar el mundo, para convertirlo en un mundo mejor.
Al día siguiente cuando el hombre despertó, se dijo:
—Y ahora por donde empiezo entre todos los países del mundo? Pues, empiezo con mi país. ¿Y de todas las ciudades? Pues, empiezo con la mía. ¿Y entre todos los barrios? Empezaré con el mío. ¿Y entre todas las viviendas? Pues, por mi casa. ¿Y entre todos los miembros de mi familia? Pues, empezaré conmigo mismo.

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