domingo, 19 de julio de 2009

La miel en el fuego

El Mullah calentaba miel cuando, un amigo llegaba de improviso.
La miel comenzó a hervir, y Nasrudin le convidó a su visitante.
Estaba tan caliente, que el pobre hombre, se quemó.
—¡Haz algo!, exclamó el amigo.
Entonces, el Mullah tomó un abanico y lo agitó por encima de la olla, con el propósito de enfríar la miel.

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