martes, 14 de julio de 2009

Nasrudin

Las dos monedas

Todos los días Nasrudin iba a pedir limosna a la feria, y a la gente le encantaba encontrarlo. Hacían la travesura de ponerse dos monedas en la mano, de distinto valor, una valía diez veces más que la otra.
Y le daban la opción de elegir y llevarse una: Siempre escogía la de menor valor.
La historia se hizo conocida por todo el condado. Día tras día, tanto hombres como mujeres se acercaban y le invitaban a que eligiera su moneda. Siempre se quedaba con la de menor valor.
Un día, apareció un señor generoso, harto de ver a Nasrudin siendo ridiculizado de aquella manera. Lo llamó a un rincón de la plaza, y le dijo:
—siempre que te muestren dos monedas, escoge la de mayor valor. Tendrás más dinero y no serás considerado un idiota por los demás.
—Usted parece tener razón, respondió Nasrudin. Pero si yo elijo la moneda mayor, la gente va a dejar de ofrecerme dinero para probar que soy más idiota que ellos. Y usted no se imagina la cantidad de dinero que ya gané usando este truco. No hay nada malo en hacerse pasar por tonto, si en realidad se está siendo inteligente.

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