-Oigo un ladrón en el piso de abajo, susurró una noche la mujer del Mullah.
-No oigo nada, contestó Nasrudin. No tenemos nada que pudiera robarnos. Si hay suerte, tal vez nos deje algo.
sábado, 18 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario