Eso no está nada bien
Nasrudin estaba en el juzgado porque había solicitado el divorcio.
—¡Ya se ha vuelto imposible! Cada día al volver a casa encuentro que mi esposa está ocultando a un hombre u otro en el armario.
—¿Todos los días?, preguntó asombrado el juez.
—¡Todos los días! Y para más, ni siquiera con el mismo hombre; cada día un hombre diferente, confirmó Nasrudin.
—Debes sentirte muy humillado. Vuelves a casa cansado y pensando que tu mujer te estará esperando para recibirte y darte la bienvenida amorosamente, y no, al volver cada día te encuentras con un hombre diferente escondido en el armario. Eso no está nada bien. Le dijo el juez, para consolarlo.
—Sí, me molesta mucho; porque nunca encuentro sitio para colgar mi ropa, dijo Nasrudin
martes, 28 de julio de 2009
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