La joven esposa del Nasrudin, poco después de regresar de su luna de miel, se quejaba a su amiga de la costumbre de beber de su marido.
—Si sabías que bebía, ¿por qué te casaste con él? preguntó su amiga.
—Yo no sabía que bebía, fue su respuesta, hasta aquella noche en que regresó sobrio.
jueves, 27 de agosto de 2009
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