domingo, 6 de diciembre de 2009

Nasrudin

Tienes que prometerme algo

La esposa del Mullah Nasrudín estaba a punto de morir y le suplicó:
—Nasrudín, esposo mío, recuerda por lo menos una sola cosa. Sé que volverás a casarte; no tiene sentido negarlo, no trates de engañarme. Sé que te volverás a casar, pero tienes que prometerme algo, que no le darás mi ropa a ninguna otra mujer.
Nasrudín, un poco lloroso, le replicó:
—¡Jamás! Nunca la regalaré. Y, de cualquier manera, no le entraría
a Fátima, es demasiado delgada.

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