martes, 27 de abril de 2010

Nasrudin

El regalo de Timur

Timur, le había regalado a Nasrudin y a su aldea, un elefante. Pronto, notaron que se comía una gran parte de la cosecha.
Sólo era un estorbo, no les servía para nada. Sin embargo, no podían
deshacerse del paquidermo, por temor a la ira de Timur.
Todos ellos culparon al Mullah, y le exigieron que devolviera el regalo.
Nasrudin aceptó, pero con la condición de que todos los aldeanos le acompañaran.
Timur no estaba de muy buen humor, y le espetó al Mullah apenas lo divisó:
—¿Qué quieres?
—Se trata del elefante que nos regalastes, respondió el Mullah.
—¿El elefante...Acaso mi regalo no es bueno para ti?, preguntó Timur.
Nasrudin se volvió y no encontró aldeanos detrás de él.
Conscientemente enojado y sintiéndose engañado, urdió una salida y una venganza hacia los aldeanos, al mismo tiempo.
-Oh, es muy bueno, mi señor, dijo el Mullah. Es que el pobre está solo y se siente triste, y me preguntaba si se le puede proporcionar la sana compañía de una hembra de elefante.

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