viernes, 20 de agosto de 2010

Nasrudin


Arroz con pollo

El vecino del Mullah Nasrudin llegó de compras y dejó un pollo vivo en el patio, para la cena.
Volviendo a casa, por la noche, el vecino estaba de muy buen humor. Su imaginación estaba desbordada, se veía saboreando y disfrutando, el delicioso plato de pollo que iba a cocinar. Y sí, se le hacía agua la boca. Pero, cuando llegó a su casa, quedó estupefacto al notar que el ave no estaba. Su búsqueda desesperada lo llevó a la casa del Mullah, que junto a sus amigos disfrutaban de un apetitoso arroz con pollo.
—¡Ladrón, gritó con furia a Nasrudin, has robado mi pollo!
—yo no he robado el pollo, sólo he puesto una olla para cocinar, dijo Nasrudin, con calma.
—Y yo tengo que suponer que el pollo, ansioso, descubrió el camino para entrar en tu olla.
—No seas ridículo. Tuve que quitar la tapa, poner un poco de arroz y esperar con paciencia, respondió el Mullah.

1 comentario:

  1. Me gustan tus relatos . ))
    Buen blog, un saludo
    Mi blog: http://agridulce.com.mx/blog/

    Argelia

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