miércoles, 13 de marzo de 2013

Yalal ad-Din Muhammad-Rumí

Cuando estemos muertos, no busques nuestra tumba en la tierra, pues has de encontrarla en el corazón de los hombres
            Epitafio del poeta sufi  Yalal ad-Din-Muhammad-Rumí

¡Ven, ven, quienquiera que seas, ven!
Infiel, religioso o pagano, poco importa.
¡Nuestra caravana no es la de la desilusión!
¡Nuestra caravana es la de la esperanza!
¡Ven, aunque hayas roto mil veces tus promesas!
¡Ven, a pesar de todo, ven!

*

Un momento de Felicidad,
tú y yo sentados en la terraza,
aparentemente dos, pero espiritualmente uno, tú y yo.
Sentimos el agua de la vida fluir aquí,
tú y yo, con el jardín de la belleza
y los pájaros que cantan;
las estrellas nos mirarán
y les mostraremos
lo que significa ser como una luna creciente.
Desprendidos de sí mismos, seremos juntos
indiferentes ante cualquier simple elucubración, tú y yo.
Los loros del Cielo chasquearán azúcar
en tanto juntos reímos, tú y yo.
En una forma sobre esta Tierra
y en otra forma en una dulce tierra atemporal.

*

Una persona no está enamorada
si el amor no ilumina su Alma.
No es un amante
si no gira como las estrellas alrededor de la luna.

Excepto el amor intenso, excepto el amor,
no tengo otro trabajo;
Salvo el amor tierno, salvo el amor tierno,
no siembro otra semilla.

*

El Señor ha susurrado algo
Al oído de las rosas,
Por eso se abren
Cada día a la caricia luminosa.

Ha murmurado algo a la piedra
Y por eso ha surgido
la gema preciosa que centellea
allá en el fondo de la mina.

También dice algo al oído del sol
Cuyas mejillas deslumbran
Con relucientes destellos.
¿Qué será lo que el Señor
Ha susurrado al oído del hombre
Para que éste sea capaz
De amar… incluso a Dios?

*

¿Quién hace estos cambios?
Disparo una flecha a la derecha
Cae a la izquierda.
Cabalgo tras de un venado
y me encuentro perseguido por un jabalí.

Conspiro para conseguir lo que quiero
Y termino en la cárcel.
Cavo fosas para atrapar a otros
y me caigo en ellas.
Debo sospechar de lo que quiero

*

Dí yo soy tú

Soy partículas de polvo a la luz del Sol.
Soy el redondo Sol.
A la partícula de polvo
yo digo, quédate.
Al Sol,
sigue tu marcha.

Soy la neblina de la mañana,
y la respiración de la noche.
Soy el viento en la copa de la arbolada,
y la ola sobre el acantilado.
Mástil… Timón,
Timonel y quilla.

Soy donde se asentó
el arrecife de coral.
Soy un árbol,
con un loro entrenado
sobre sus ramas.

Silencio.
Pensamiento.
Y voz.
El aire musical,
viniendo de una flauta.

Una chispa de piedra.
Un destello de metal.
Las dos velas,
y una mariposa loca alrededor.

Rosa ...
y el ruiseñor
perdido en su fragancia.

Soy todas las clases de seres.
La galaxia girando.
La inteligencia evolutiva.
El ascenso ...
y la caída.
Lo que es,
y lo que no es.

Tú que conoces a Jelalludín,
Tú el Uno con Todo,
Dí quién soy yo.
Dí Yo soy Tú.

1 comentario:

  1. Nada más conocía la primera estrofa. Me encanta. ¿Quién es el autor? ¿El nombre de la entrada es el título del texto o el nombre del autor?

    ResponderEliminar