miércoles, 15 de julio de 2009

Nasrudin

El manuscrito

Aunque se suponía que era un hombre sabio y santo, el Mullah fue acusado de ser poco más que analfabeto.
Un día el gobernador de su país decidió ponerle a prueba.
—Escribe algo, Nasrudin, le pidió.
—Me encantaría hacerlo, pero he hecho la promesa que nunca volvería a escribir una sola letra, dijo Nasrudin.
—Pues bien, escribe algo en la forma en que acostumbrabas escribir antes de que decidieras no volver a escribir, para que yo pueda ver como era.
—No puedo hacerlo. Debieras saber que cada vez que escribes algo, tu escritura cambia ligeramente a causa de la práctica. Si yo escribiese ahora, seria algo escrito para ahora.
—Entonces tráiganme un ejemplo de su escritura, si alguien conserva algo en su poder, ordenó el gobernador.
Una persona presentó un manuscrito terriblemente garabateado que el Mullah le había escrito alguna vez.
—¿Es ésta tu escritura?, preguntó el monarca.
—No, dijo Nasrudin. La escritura no solamente cambia con el tiempo, sino que lo que tú estás viendo ahora es una muestra de escritura que yo hice para mostrarle a alguien la forma en que él no debía escribir.

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