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domingo, 11 de enero de 2015

Je Suis Charlie‬


martes, 2 de diciembre de 2014

Nasrudin

En el cielo

Cuando el imam vio a Nasrudín con sus babuchas desgastadas y medio rotas, le dio unas palmaditas amablemente en el brazo:
—No desesperes, Mullah. El libro santo nos manifiesta que quien está en necesidad en este mundo será recompensado en el Paraíso. Tus zapatos pueden estar ahora gastados y con agujeros, pero llevarás los mejores en el cielo.
—En ese caso, contestó Nasrudín, sin duda en el cielo seré zapatero.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Cancionero popular

cachivaches

por un poquito de amor
te doy toda mi fortuna
con dedos llenos de sol
las uñas llenas de luna

nací con un corazón
la mente vino sin cuna
la puta que la parió
como me jode y me abruma

estoy repleto de amor
los átomos son mi fortuna
no me pidas sinrazón
no me repitas la luna

de los caminos de ayer
no quiero nada ninguna
mi niño sueña que juega
sus ojos son mi estatura

cachivaches de dolor
cachivaches de ternura
nací con un corazón
la mente vino sin cuna

por un poquito de amor
te doy toda mi fortuna
mi niño sueña que juega
no me repitas la luna

domingo, 3 de agosto de 2014

Quino



lunes, 23 de septiembre de 2013

Meher Baba

¿Por qué el ser humano grita cuando está enojado?

Un día, el maestro espiritual, Meher Baba preguntó a sus mandalies, lo siguiente:
—¿Por qué el ser humano grita cuando está enojado?
Los discípulos pensaron unos segundos...
—Porque perdemos la calma, contestó alguien, por eso gritamos.
—Pero, ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado?, insistió el maestro. ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?
Los hombres dieron algunas otras respuestas, pero ninguna de ellas satisfizo a Meher Baba.
Entonces él explicó:
—Pues, cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho, para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse; cuanto más enojados estén ellos, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.
Luego continuó:
—¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente, ¿por qué? Sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es pequeña, muy pequeña. Y cuando se enamoran más aún. ¿Qué sucede? No hablan, solamente susurran y se vuelven aún más cerca en su amor. Ya no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuán cercanas están dos personas cuando se aman.
Finalmente exhortó:
—Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, llegará un día en que la distancia sea tanta, que no encontrarán más el camino de regreso.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Así habló Zaratustra

Friedrich Nietzsche

                ¡Permanecedme fieles a la tierra, hermanos míos, con el poder de vuestra virtud! ¡Vuestro amor que hace regalos y vuestro conocimiento sirvan al sentido de la tierra! Esto os ruego y a ello os conjuro.
¡No dejéis que vuestra virtud huya de las cosas terrenas y bata las alas hacia paredes eternas! ¡Ay, ha habido siempre tanta virtud que se ha perdido volando!
Conducid de nuevo a la tierra, como hago yo, a la virtud que se ha perdido volando. Sí, conducidla de nuevo al cuerpo y a la vida: ¡para que dé a la tierra su sentido, un sentido humano!
De cien maneras se han perdido volando y se han extraviado hasta ahora tanto el espíritu como la virtud. Ay, en nuestro cuerpo habita ahora todo ese delirio y error: en cuerpo y voluntad se han convertido.
De cien maneras han hecho ensayos y se han extraviado hasta ahora tanto el espíritu como la virtud. Sí, un ensayo ha sido el hombre. ¡Ay, mucha ignorancia y mucho error se han vuelto cuerpo en nosotros!
No sólo la razón de milenios, también su demencia hace erupción en nosotros. Peligroso es ser heredero.
Todavía combatimos paso a paso con el gigante Azar, y sobre la humanidad entera ha dominado hasta ahora el absurdo, el sinsentido.
Vuestro espíritu y vuestra virtud sirvan al sentido de la tierra, hermanos míos: ¡y el valor de todas las cosas sea establecido de nuevo por vosotros! ¡Por eso debéis ser luchadores! ¡Por eso debéis ser creadores!
Por el saber se purifica el cuerpo; haciendo ensayos con el saber se eleva; al hombre del conocimiento todos los instintos se le santifican; al hombre elevado su alma se le vuelve alegre.
Médico, ayúdate a ti mismo: así ayudas también a tu enfermo. Sea tu mejor ayuda que él vea con sus ojos a quien se sana a sí mismo.
Mil senderos existen que aún no han sido nunca recorridos; mil formas de salud y mil ocultas islas de la vida. Inagotados y no descubiertos continúan siendo siempre para mí el hombre y la tierra del hombre.
¡Vigilad y escuchad, solitarios! Del futuro llegan vientos con secretos aleteos; y a oídos delicados se dirige la buena nueva.
Vosotros los solitarios de hoy, vosotros los apartados, un día debéis ser un pueblo: de vosotros, que os habéis elegido a vosotros mismos, debe surgir un día un pueblo elegido: y de él, el superhombre.
¡En verdad, en un lugar de curación debe transformarse todavía la tierra! ¡Y ya la envuelve un nuevo aroma, que trae salud, y una nueva esperanza!

Cuando Zaratustra hubo dicho estas palabras calló como quien no ha dicho aún su última palabra; largo tiempo sopesó, dudando, el bastón en su mano. Por fin habló así: y su voz había cambiado.

¡Ahora yo me voy solo, discípulos míos! ¡También vosotros os vais ahora solos! Así lo quiero yo. En verdad, éste es mi consejo: ¡Alejaos de mí y guardaos de Zaratustra! Y aun mejor: ¡avergonzaos de él! Tal vez os ha engañado.
El hombre del conocimiento no sólo tiene que poder amar a sus enemigos, tiene también que poder odiar a sus amigos.
Se recompensa mal a un maestro si se permanece siempre discípulo. ¿Y por qué no vais a deshojar vosotros mi corona?
Vosotros me veneráis: pero ¿qué ocurrirá si un día vuestra veneración se derrumba?
¡Cuidad de que no os aplaste una estatua!
¿Decís que creéis en Zaratustra? ¡Mas qué importa Zaratustra! Vosotros sois mis creyentes, ¡mas qué importan todos los creyentes!
No os habíais buscado aún a vosotros: entonces me encontrasteis. Así hacen todos los creyentes: por eso vale tan poco toda fe.
Ahora os ordeno que me perdáis a mí y que os encontréis a vosotros; y sólo cuando todos hayáis renegado de mí volveré entre vosotros.
En verdad, con otros ojos, hermanos míos, buscaré yo entonces a mis perdidos; con un amor distinto os amaré entonces.
Y todavía una vez debéis llegar a ser para mí amigos e hijos de una sola esperanza: entonces quiero estar con vosotros por tercera vez, para celebrar con vosotros el gran mediodía.
Y el gran mediodía es la hora en que el hombre se encuentra a mitad de su camino entre el animal y el superhombre y celebra su camino hacia el atardecer como su más alta esperanza: pues es el camino hacia una nueva mañana.
Entonces el que se hunde en su ocaso se bendecirá a sí mismo por ser uno que pasa al otro lado; y el sol de su conocimiento estará para él en el mediodía.
            Muertos están todos los dioses: ahora queremos que viva el superhombre.
¡Sea ésta alguna vez, en el gran mediodía, nuestra última voluntad!

sábado, 17 de agosto de 2013

Cartas de Nietzsche

14 de enero de 1880 a Malwyda von Meysenburg

"Aunque para mí escribir esté entre los frutos rigurosamente prohibidos, usted, a quien venero como a una hermana mayor, debía recibir una carta mía, ¡y sin duda será la última! Porque el espantoso y casi incesante martirio de mi vida me hace languidecer en espera de su fin, y según ciertos indicios la apoplejía liberadora estaría bastante próxima como para confiar en su llegada. Con respecto al tormento y a la renunciación, puedo comparar mi vida de estos últimos años con la de un asceta de cualquier época: si bien es cierto que los mismo años me beneficiaron mucho en cuanto a la purificación y a la limpieza del alma, y para eso no tuve necesidad ni de religión ni de arte. Observará que estoy orgulloso de eso; en realidad, sólo el desamparo total me permitió descubrir mis propias fuentes de salud. Creo haber realizado la obra de mi vida, es cierto que no teniendo un momento de tranquilidad. Pero sé que para muchos derramé un gran gota de aceite y que les di una señal de ánimo pacifico y de sentido de la equidad para la elevación de sí mismos. Le escribo esto como agregado, a decir verdad debería ser pronunciado en el momento de la conclusión de mi humanidad. Ningún dolor ha podido ni podría inducirme a un falso testimonio contra la vida tal como yo la concibo".

30 de julio de 1181 a Franz Ovebeck

"Estoy asombrado, realmente maravillado. Tengo un predecesor ¡y que uno! Casi no conocía nada de Spinoza: el que yo lo buscara precisamente ahora fue un acto del instinto. No sólo que su tendencia general es igual a la mía, de convertir el conocimiento en el mas poderoso de los impulsos, me identifico con cinco puntos principales de su doctrina: éste, el más inaudito y más solitario de los pensadores es el más cercano a mí precisamente en esas cosas: niega el libre albedrío, las finalidades, el orden cósmico/ético, lo no egoísta, lo malo (...) mi soledad es ahora al menos una soledad a dúo".

3 de enero de 1889 a Cósima Wagner

"Es un prejuicio que yo sea un ser humano. Pero ya he vivido entre los hombre y conozco todo lo que los hombre pueden experimentar, desde lo más mínimo hasta lo más alto. Yo he sido entre los indios Buda, en Grecia Dionisos, Alejandro y Cesar son mis encarnaciones, igual que el poeta de Shakespeare, Lord Bacon. Por último fui además Voltaire y Napoleón, quizás también Richard Wagner... Pero esta vez vengo como el triunfante Dionisos, que hará de la Tierra un día festivo... No es que tenga mucho tiempo... Los cielos se alegran de que yo este aquí... También he estado colgado en la cruz..."

3 de enero de 1889 a Meta von Salis

"El mundo está radiante, pues Dios está sobre la Tierra. ¿No ve usted cómo se alegran todos los cielos? Yo acabo de tomar posesión de mi imperio..."

5 de enero de 1889 a Jacob Burckhardt

"Querido señor catedrático. Al fin y al cabo preferiría ser catedrático en Basilea que Dios, pero no me he atrevido a llevar tan lejos mi egoísmo privado para desatender por su causa la creación del mundo. Como usted sabe, de alguna manera hay que saber hacer sacrificios, en cualquier lugar donde uno viva. Sin embargo reservé un pequeña habitación de estudiante, situada frente al Palazzo Carignano (en el que nací como Vittorio Emanuel), que además me permite oír sentado a la mesa la soberbia música ejecutada debajo, en la Gallería Subalpina. Pago 25 francos con el servicio incluido, me hago yo mismo el té y las compras, sufro por los zapatos agujereados, y a cada momento doy gracias al Cielo por el mundo antiguo, con el que los hombres no han sido lo bastante simples, ni lo bastante silenciosos. Como estoy destinado a divertir a la próxima eternidad con malas farsas, tengo aquí un escritorio que, sinceramente, no deja nada que desear ni ofrece nada para agotar. El correo está sólo a cinco pasos, ahí echo mis cartas en el buzón, para convertirme en el gran folletinista del gran mundo..."

miércoles, 26 de junio de 2013

Háblanos de la Belleza

Khalil Gibran

Y un poeta dijo: Háblanos de la Belleza.
Y él respondió:
¿Dónde buscaréis la belleza y cómo la podréis hallar a menos que sea ella misma vuestro camino y vuestra guía? ¿Y cómo podéis hablar de ella, a menos que ella misma teja vuestras palabras?
Los afligidos y los heridos dicen: "La belleza es amable y suave.
Camina entre nosotros como una madre joven, algo ruborizada de su gloria".
Los apasionados dicen: "No, la belleza es una cosa poderosa y temible. Como la tempestad, ella sacude la tierra bajo nuestros pies y el cielo sobre nuestra cabeza".
Los fatigados y los agobiados dicen: "La belleza está hecha de suaves murmullos. Ella habla en nuestro espíritu. Su voz cede a nuestros silencios como una luz tenue que tiembla de miedo a la sombra".
Pero los inquietos dicen: "Nosotros la hemos oído gritar entre las montañas. Y sus gritos convocaban tropeles de caballos, y el batir de alas y el rugir de leones".
En la noche, los guardias de la ciudad dicen:
"La belleza despuntará en el oriente, con la aurora".
Y, al mediodía, los trabajadores y los caminantes dicen:
"Nosotros la hemos visto inclinada sobre la tierra, desde las ventanas del poniente".
En invierno, los sitiados por la nieve dicen:
"Vendrá con la primavera, brincando sobre las colinas".
Y, en el calor del verano, los segadores dicen: "La hemos visto danzando con las hojas de otoño, y había nieve en su cabello".
Todas estas cosas habéis dicho de la belleza. Pero, en verdad, nada hablasteis de ella, sino de necesidades insatisfechas.
Y la belleza no es una necesidad, sino un éxtasis.
No es una boca sedienta, ni una mano vacía que se extiende.
Sino más bien un corazón inflamado y un alma encantada.
No es la imagen que quisierais ver, ni la canción que quisierais oír.
Más bien, es una imagen que veis aunque cerréis los ojos, y una canción que oís aunque tapéis vuestros oídos.
No es la savia bajo la rugosa corteza, ni un ala atada a una garra.
Sino más bien un jardín eternamente en flor, y una multitud de ángeles eternamente en vuelo.
Pueblo de Orphalese, la belleza es la vida cuando la vida revela su rostro sagrado. Mas vosotros sois la vida, y vosotros sois el velo.
La belleza es la eternidad contemplándose a sí misma en un espejo.
Mas vosotros sois la eternidad, y vosotros sois el espejo.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Kahlil Gibran

Debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nuestras lágrimas y en el mar.

Del hablador he aprendido a callar; del intolerante, a ser indulgente, y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad. Y por curioso que parezca, no siento ninguna gratitud hacia esos maestros.

La muerte se parece más a un profeta que no tiene honor en su propia tierra o un poeta que es un extraño entre los suyos.

Y no olvides que la tierra se deleita al sentir tus pies descalzos y los vientos anhelan jugar con tu cabello.

El silencio del envidioso está lleno de ruidos.

El ruiseñor se niega anidar en la jaula, para que la esclavitud no sea el destino de su cría.

Protegedme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños.

Bueno es dar cuando nos piden; pero mejor es dar sin que nos pidan, como buenos entendedores.

La fe es un oasis en el corazón, que nunca será alcanzado por la caravana del pensamiento.

Y no penséis en dirigir los caminos del amor; es el amor quien si os encontrara dignos dirigirá vuestros caminos.

Cuando llegues al final de lo que debes saber, estarás al principio de lo que debes sentir.

Y en mi locura encontré la libertad y la seguridad que da el que no le entiendan a uno, pues quienes nos comprenden esclavizan algo de nosotros.

La belleza es la eternidad contemplándose a sí misma en el espejo.

La vida y la muerte son uno, así como el río y el mar son uno.

Todas nuestras palabras no son más que las migajas que caen de la fiesta de la mente.

viernes, 19 de abril de 2013

Cuento de la tradición sufí

"El mundo es una prisión y nosotros somos los prisioneros: ¡haz un boquete en el muro de la prisión y sal de ella!"

Yalal ad-Din Muhammad-Rumí


La prisión Cuento sufí

Imagina a un hombre que tiene que rescatar a gente de cierta prisión. Se ha decidido que sólo hay un modo plausible de llevar esto a cabo.
El libertador tiene que entrar en la prisión sin atraer la atención.
Debe permanecer allí relativamente libre para actuar durante cierto período. La solución escogida es que entrará como convicto.
Por lo tanto, hace los preparativos, oportunos para que le capturen y le sentencien. Como otros que han caído víctimas de este sistema, se le envía a la prisión que es su meta.
Cuando llega, comprende que se le ha despojado de cualquier posible dispositivo que le pudiese haber ayudado en una escapada. Todo lo que posee es su plan, su ingenio, su habilidad y su conocimiento. Por lo demás, tiene que arreglárselas con equipo improvisado, adquirido en la propia prisión.
El gran problema es que los prisioneros sufren de psicosis carcelaria. Esta psicosis les hace pensar que su prisión es el mundo entero. Otra característica, es el olvido de partes esenciales de su pasado. Por lo tanto, casi no poseen memoria alguna de la existencia, perfil y detalle del mundo exterior.
La historia de los compañeros de prisión de nuestro hombre, es una historia carcelaria. Sus vidas son vidas carcelarias. Piensan y actúan en base a ello.
Por ejemplo, en vez de acumular pan como provisión para la huida, lo moldean y hacen dominós con los cuales juegan. Saben que alguno de estos juegos son diversiones, pero otros los consideran reales. A las ratas, que bien podían entrenar como medio de comunicación con el exterior, las tratan como animales domésticos. Consumen el líquido de limpieza que contiene alcohol, el cual les produce alucinaciones placenteras. Considerarían una triste pérdida, incluso un crimen, si alguien lo usase para drogar y dejar inconscientes a los guardianes, haciendo posible la huida.
La problemática se agrava, ya que estos desdichados han olvidado el verdadero significado de algunas de las palabras normales que hemos estado usando. Si les pides una definición para palabras tales como provisiones, viaje, huida, obtendrías una lista de significaciones como "rancho carcelario", "caminar de un bloque de celdas a otro", y "evitar el castigo por parte de los guardianes".
Para ellos, "el mundo exterior" sonaría a sus oídos como una extraña contradicción: "Ya que éste es el mundo, este lugar donde vivimos", y dirían, "¿cómo puede haber otro fuera?".
El hombre que está trabajando en el plan de rescate, al principio, sólo puede actuar mediante analogía.
Hay pocos prisioneros que acepten sus analogías, ya que a ellos les parecen locos balbuceos. Al decir,  Necesitamos provisiones para nuestro viaje de huida al mundo exterior, por supuesto, a ellos les suena como tal absurdo:  Necesitamos provisiones: "alimentos para usar en la prisión".   Para nuestro viaje: "trasladarnos de un bloque de celdas a otro".   De huida: "evitar el castigo de los guardianes".   Al mundo exterior: "a la prisión exterior..."
Algunos de los prisioneros de mente más seria puede que digan que quieren entender el significado de sus palabras, pero ya han olvidado el lenguaje del mundo exterior.
Cuando este hombre muere, algunos de los prisioneros hacen de sus palabras y actos un culto carcelario. Lo utilizan para consolarse a sí mismos y para encontrar argumentos contra el siguiente libertador que se las ingenie para llegar hasta ellos.
Sin embargo, una minoría, de vez en cuando, escapa.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Carlos Alberto Boaglio

Cuando yo me vaya

Cuando yo me vaya, no quiero que llores,
quédate en silencio, sin decir palabras,
y vive recuerdos, reconforta el alma.

Cuando yo me duerma, respeta mi sueño,
por algo me duermo; por algo me he ido.

Si sientes mi ausencia, no pronuncies nada,
y casi en el aire, con paso muy fino,
búscame en mi casa,
búscame en mis libros,
búscame en mis cartas,
y entre los papeles que he escrito apurado.

Ponte mis camisas, mi sweater, mi saco
y puedes usar todos mis zapatos.

Te presto mi cuarto, mi almohada, mi cama,
y cuando haga frío, ponte mis bufandas.
Te puedes comer todo el chocolate
y beberte el vino que dejé guardado.
Escucha ese tema que a mí me gustaba,
usa mi perfume y riega mis plantas.

Si tapan mi cuerpo, no me tengas lástima,
corre hacia el espacio, libera tu alma,
palpa la poesía, la música, el canto
y deja que el viento juegue con tu cara.
Besa bien la tierra, toma toda el agua
y aprende el idioma vivo de los pájaros.

Si me extrañas mucho, disimula el acto,
búscame en los niños, el café, la radio
y en el sitio ése donde me ocultaba.

No pronuncies nunca la palabra muerte.
A veces es más triste vivir olvidado
que morir mil veces y ser recordado.

Cuando yo me duerma,
no me lleves flores a una tumba amarga,
grita con la fuerza de toda tu entraña
que el mundo está vivo y sigue su marcha.

La llama encendida no se va a apagar
por el simple hecho de que no esté más.

Los hombres que "viven" no se mueren nunca,
se duermen de a ratos, de a ratos pequeños,
y el sueño infinito es sólo una excusa.

Cuando yo me vaya, extiende tu mano,
y estarás conmigo sellada en contacto,
y aunque no me veas,
y aunque no me palpes,
sabrás que por siempre estaré a tu lado.

Entonces, un día, sonriente y vibrante,
sabrás que volví para no marcharme.


(Poeta, narrador y dramaturgo de larga trayectoria. Gestor Cultural, director y actor teatral. Es profesor en Lengua y Literatura.
Nació en Las Varillas, provincia de Córdoba, el 1º de abril de 1958. Está radicado en Vicuña Mackenna, provincia de Córdoba, República Argentina, desde 1981).


viernes, 30 de marzo de 2012

Un día todos los días

Vienen a mi medida

Cada día es único, irrepetible, irremplazable.
Hoy no soy quien fue ayer, nunca más lo seré.
Hoy estreno un nuevo día y lo gastaré: es mío, soy de él.
No necesito sastres ni dioses, vienen a mi medida.
Hoy soy eterno. Tan eterno que nunca, que siempre.

martes, 27 de marzo de 2012

Cheng-tao Ke

El Camino Del Zen

Como el cielo vacío, carece de límites,
pero está en su lugar, siempre profundo y claro.
Cuando tratas de conocerlo, no puedes verlo.
No puedes agarrarlo,
pero no puedes perderlo.
Al no poderlo tomar, lo tomas.
Cuando callas, habla;
cuando hablas, calla.
El gran portón esta abierto de par en par para dar limosnas,
y ninguna multitud bloquea el camino.

domingo, 4 de marzo de 2012

Famoso poema del maestro zen: Hung-chin

mo chao, reflejo sereno

En silencio y serenamente, uno olvida todas las palabras;
y eso aparece ante uno de manera clara y vívida.
Cuando uno lo realiza, es vasto y sin límites;
en su esencia se es claramente consciente.
Esta luminosa percepción se refleja de manera singular,
este puro reflejo está lleno de maravilla.
El rocío y la luna,
las estrellas y los torrentes,
la nieve sobre los pinos
y las nubes colgadas de las cimas de las montañas…
de ser oscuridad se tornan radiantemente luminosas;
de ser oscuridad se convierten en luz resplandeciente.
Infinita es una maravilla que permea esta serenidad;
en su reflejo todo esfuerzo intencional desaparece.
Serenidad es la palabra de todas las enseñanzas.
La verdad del reflejo sereno
es perfecta y completa.
¡Ah, mira! ¡Los cien ríos fluyen
convertidos en rugientes torrentes
hacia el gran océano!

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Charles Baudelaire - 9/4/1821 - 1/8/1867

Embriagaos

Estar siempre ebrio. Todo consiste en eso: es la única cuestión.
Para no sentir la carga horrible del Tiempo, que os rompe los hombros y os inclina hacia el suelo, tenéis que embriagaros sin tregua.
Pero de qué? De vino, de poesía o de virtud, de lo que queráis. Pero embriagaos.
Y si alguna vez, en las gradas de un palacio, sobre la hierba verde de un foso, en la tristona soledad de vuestro cuarto, os despertáis, disminuida ya o disipada la embriaguez, preguntad al viento, a la ola, a la estrella, al ave, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime,
a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, preguntadle qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el ave, el reloj, os contestarán: ¡Es hora de emborracharse! Para no ser esclavos y mártires del Tiempo, embriagaos, embriagaos sin cesar. De vino, de poesía o de virtud; de lo que queráis.

sábado, 17 de septiembre de 2011

¡Oh gran astro!

Friedrich Nietzsche
¡Qué sería de tu felicidad si no tuvieras a aquellos a quienes iluminas!.
Durante diez años has venido subiendo hasta mi caverna: sin mí, mi águila y mi serpiente te habrías hartado de tu luz y de este camino.
Pero nosotros te aguardábamos cada mañana, te liberábamos de tu sobreabundancia y te bendecíamos por ello. ¡Mira! Estoy hastiado de mi sabiduría como la abeja que ha recogido demasiada miel, tengo necesidad de manos que se extiendan.
Me gustaría regalar y repartir hasta que los sabios entre los hombres hayan vuelto a regocijarse con su locura, y los pobres, con su riqueza.
Para ello tengo que bajar a la profundidad: así como haces tú al atardecer, cuando traspones el mar llevando luz incluso al submundo, ¡astro inmensamente rico!
Yo, lo mismo que tú, tengo que hundirme en mi ocaso, como dicen los hombres a quienes quiero bajar. ¡Bendíceme, pues, ojo tranquilo, capaz de mirar sin envidia incluso una felicidad demasiado grande!
¡Bendice la copa que quiere desbordarse para que de ella fluya el agua de oro llevando a todas partes el resplandor de tus delicias!
¡Mira! Esta copa quiere vaciarse de nuevo, y Zaratustra quiere volver a hacerse hombre.

jueves, 30 de junio de 2011

Baruch Spinoza - Amsterdam 1632-1677 La Haya

"Deus Sive Natura"

Se le atribuye a Spinoza... y entonces, Dios hubiera dicho:

Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida.
Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.
¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa.
Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.
Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo. El sexo es un regalo que te he otorgado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.
Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito... ¡No me encontrarás en ningún libro!
Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?
Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te critico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.
Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice... yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias... de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios puede hacer eso?
Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti. Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para tí. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.
Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.
Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro.
Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno.
No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.
Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di. Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó?... ¿Te divertiste?... ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?...
Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.
Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy?
Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?... ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.
Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas. ¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?
No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro... ahí estoy, latiendo en ti.

lunes, 25 de abril de 2011

Anónimo

(Atribuído a J.L.Borges)

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema.
Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día uno aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.
Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado.
Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.
Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.
Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo...

Anónimo

(Atribuído a J.L.Borges)

"Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.

Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo".

domingo, 10 de abril de 2011

Frontispicio del Templo de Delfos, Grecia

Inscripción

Te advierto, quien quiera que fueres, Oh! Tú que deseas sondear los arcanos de la Naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera.
Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿cómo pretendes encontrar otras excelencias?

En ti se halla oculto el Tesoro de los tesoros. Oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los Dioses.