sábado, 18 de julio de 2009

Tal cantidad de azúcar

Cuando Nasrudín era magistrado, se presentó una mujer con su hijo.
—Mi muchacho, dijo, come demasiado azúcar. No me puedo permitir el lujo de darle todo lo que quiere y por ello te pido formalmente que le prohíbas comerlo, ya que a mí no me obedece.
Nasrudín le pidió que volviera al cabo de siete días y cuando la señora volvió, aplazó de nuevo su decisión hasta la semana siguiente.
—Muy bien, dijo entonces al muchacho. Te prohibo tomar más de tal y tal cantidad de azúcar al día.
—Por qué has necesitado tanto tiempo para dar una orden tan simple, preguntó la mujer.
—Pues, señora, he tenido que comprobar si yo mismo podía reducir mi ración de azúcar, antes de ordenar a otra persona que lo haga.

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