miércoles, 15 de julio de 2009

Nasrudin

El inconformista

Se decía que el Mullah Nasrudín, era un inconformista, básicamente reaccionario, una mente absolutamente negativa. Si su padre decía: "tienes que ir a la derecha", se podía estar seguro que tomaría a la izquierda. Un día, el padre lo intuyó y no le ocasionó más problemas. Cuando quería que fuera a la derecha, le decía: "Hijo por favor, ve a la izquierda", y él iba a la derecha: estaba desobedeciendo. Sí, era un inconformista, pero estaba totalmente inconsciente que le estaban ordenando, mandando, controlando y que estaba haciendo en verdad lo que el padre quería que hiciese. Pero, lentamente se empezó a dar cuenta, pensó: "¿Qué pasa? Antes mi padre solía enojarse cuando me ordenaba que fuera a la derecha y yo iba a la izquierda. Yo continúo tan desobediente como siempre, pero ahora nunca se queja. Y tras
un corto tiempo, se dió perfecta cuenta de la estrategia que su padre usaba. Un día con su anciano padre y su burro, que cargaba una gran bolsa de azúcar, iban cruzando el río. La bolsa se inclinaba más hacia la derecha, y corría peligro de resbalar, y claro, caer al río y perderse el azúcar. El padre que iba detrás, sabía que si le decía que moviera la bolsa a la izquierda, el hijo tan extraño que tenía, inmediatamente la movería hacia la derecha, y la bolsa caeríá al río perdiéndose todo el azúcar. Así que gritó: "Mueve la bolsa a la derecha", esperando que la iba a mover a la izquierda, según su experiencia previa. Pero para aquel entonces Nasrudín también se había dado cuenta. Le dijo: "Muy bien". Y movió la bolsa a la derecha, por lo que, finalmente, la bolsa cayó al río. El padre le dijo:
—¿Qué pasa, ya no vas a desobedecerme más?
A lo que Nasrudín, respondió:
—De ahora en adelante decidiré cada vez si soy obediente, o no. No tendré ninguna filosofía fija, pues actuaré de acuerdo a la situación, porque has sido astuto conmigo, me has estado engañando. ¡Soy tu hijo, y aún así me has estado engañando! Me has estado ordenando de tal manera que al desobedecerte te obedecía. Pero ya no, desde hoy en adelante estaré alerta; puedo obedecer, puedo desobedecer. Ya no más, ya no seré predecible, controlable, no estaré más en tus manos.

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