Artificios engañosos
Un conductor, vio el edificio de una escuela en llamas. El maestro de esta pequeña escuelita, en aquella aldea, era Nasrudín, el cual estaba sentado debajo de un árbol.
—¿Qué estás haciendo ahí? ¡La escuelita se está incendiando!, gritaba el conductor
El Mullah Nasrudín respondió:
—¡Ya sé!
—Entonces por qué no estás haciendo nada? Dijo el sorprendido señor.
—Desde que comenzó he rezado para que llueva. Estoy haciendo algo. Resopló Nasrudín.
lunes, 3 de agosto de 2009
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