Estaba el Mullah Nasrudin en su lecho de muerte y alguien le preguntó:
—Si te concedieran otra vida, ¿cómo la vivirías? ¿Harías algún cambio?
El Mullah consideró esta cuestión desapasionadamente, inmerso en sus recuerdos, que incansables sucedían. Luego, abrió sus ojos y dijo:
—Sí, si me concedieran otra vida, ¡me peinaría con raya, en el medio! Siempre quise hacerlo, pero mi padre siempre insistió que no lo haga. Y cuando mi amado padre murió, el pelo se me había condicionado de tal modo que ya no podía peinarme con la raya en el medio.
miércoles, 26 de agosto de 2009
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