—¡Qué hermosa flor!, dice un dragón negro.
—¡Muy hermosa!, contesta otro. Es parecida a la que estaba ayer en este lugar.
—Sí, pero la que vimos ayer era cuando el sol estaba alto; ésta, con un sol de atardecer, me parece más hermosa.
—¡Qué hermosa flor!, dice el mismo dragón al amanecer del día siguiente.
—Sí, contesta el otro. Muy parecida a otra que ya vimos. Pero con los rayos del sol del amanecer, ésta es más linda.
Y vuelan hasta las montañas más altas, ésas donde las nieves están desde el primer día del mundo, contentos por haber descubierto una flor nueva. Entonces un dragón le dice al otro:
—¡Qué hermosa montaña! ¡Tiene toda la nieve del universo!
Y los dos sobrevuelan en grandes círculos el pico de esa montaña que acaban de descubrir y que ya sobrevolaron mil veces"
Gustavo Roldán
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