No pensáis que tantas gallinas necesitan un gallo
Unos cuantos amigos jóvenes invitaron a Nasrudin a la casa de baños donde iban a gastarle una broma. Todos llevaban un huevo y, cuando estuvieron en la casa de baños dirían al Mullah:
"Vamos a intentar poner un huevo, quien no lo consiga, deberá pagar el baño de todos".
Así pues, pronto pusieron en marcha el plan y, sentados en un rincón diferente, cada uno puso un huevo.
Nasrudin, calmo, se puso a aplaudir y luego a actuar como un gallo.
Los amigos no entendían nada y le preguntaron por qué hacía eso.
—¿Acaso, no pensáis que tantas gallinas necesitan un gallo?, precisó el Mullah.
lunes, 20 de julio de 2009
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