domingo, 6 de diciembre de 2009

Nasrudin

Un cesto de uvas

Una tarde soleada apareció el Mullah Nasrudin en la plaza del pueblo con un cesto lleno de uvas verdes y jugosas.
—Acercaos y tomad una, dijo a los transeuntes y a los niños.
Poco a poco repartió una a una cada uva de sus racimos, para deleite de los presentes.
—¡Qué delicia de uva, dijo una mujer.
—Nunca comí manjar mas exquisito, dijo un anciano.
Nasrudin sonrió y se dispuso a marcharse pero le fué casi imposible
cruzar la plaza.
—Danos más uvas, aun te quedan en el cesto, gritaron. ¡Queremos más!
El Mullah Nasrudin les contestó:
—¿Para qué queréis más si ya conocéis como sabe el paraíso?

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