La silla filosofal
El profesor de filosofía tras entrar a su clase y colocar la silla sobre la mesa, dice:
—Usen todo lo aplicable que han aprendido en este curso, para probar satisfactoriamente que ésta silla no existe.
Entonces, con lápices y gomas de borrar, los estudiantes se lanzaron a sus épicos ensayos para demostrar que ‘ésta silla no existe’.
El joven Nasrudin, tras dejar escrita su respuesta, en tan sólo treinta segundos se levanta calmo y ante el asombro de sus compañeros y del profesor, entrega su hoja y regresa a su asiento.
El día de la entrega de las calificaciones, Nasrudin, el estudiante que escribió su respuesta en breves treinta segundos, fue el que recibió el puntaje más alto de la clase.
Su respuesta fue: ¿Qué silla?
domingo, 2 de mayo de 2010
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