Bajo juramento
El Mullah fue testigo en un caso judicial. Sólo se le pidió el juramento habitual, decir la verdad y nada más que la verdad.
—¿Cuál es su ocupación?, preguntó el juez a Nasrudin.
—Yo soy el hombre más grande del mundo, su señoría, respondió el Mullah.
Sorprendido al oír esta respuesta, el juez le inquirió:
—¿No es eso un poco exagerado?
—Sé que no suena modesto, su señoría, dijo Nasrudin, pero no tengo otra opción, ya que estoy hablando bajo juramento.
jueves, 11 de noviembre de 2010
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La sinceridad llevada al extremo no es bien recibida.
ResponderEliminarSaludos.
Es bien cierto lo que dices.
ResponderEliminarTe agradezco el comentario.
Un abrazo.
También podríamos apelar al juramento del rigor y tal vez no estaría seguro de su "juramento"
ResponderEliminarhola Ramón, gracias por lo tuyo.
ResponderEliminaren un mundo de mentira la verdad choca mucho... ya lo he comprobado...
ResponderEliminarhace un mes me dejaste un msj en blooster blog, recien lo leo pero igual no me deja responder. dice q no tengo suficientes puntos ¬¬... en fin!! te agradezco tu visita por mi blog en blooster!!!
besito!!!!!!!!!!!!
Una entrada intereseante y reflexiva. Por qué será que choca tanto, a veces, decir la verdad? Saludos y que tengas una buena semana.
ResponderEliminarRamón
Todos los cuentos de Nasrudin son movilizantes,
ResponderEliminarsiempre algo te deja, porque despierta nuestras vivencias, y los interpretamos segun las mismas.