Muéstrame a Dios
Uno de sus discípulos se aproxima a Nasudin y le suplica:
—¡Mullah, eres sabio, muéstrame a Dios, necesito verlo!
Nasrudin agarró un palo del suelo y le golpeó fuertemente.
El discípulo, sorprendido y dolorido, protestó:
—¡Mullah, yo te pedí ver a Dios y en cambio me infliges dolor!
—Muéstrame tu dolor y yo te mostraré
a Dios, contestó Nasrudin.
domingo, 1 de mayo de 2011
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Donde el habita hay paz, pero tambien sangre.
ResponderEliminarMe encanta esta reflexión. Gracias por estas excelentes entradas.
ResponderEliminarSaludos y feliz semana.
Ramón
Cada uno de nosotros debemos encontrar a Dios en cada ser existente, nadie nos lo ha de enseñar porque somos nosotros los únicos que podemos notarlo y saber que esta en cada uno de nosotros, en cada paso que damos, en cada esencia que notamos, en cada palabra y en cada acto.
ResponderEliminarSomos parte de él y su esencia nos acompaña siempre, solo hay que ser capaces de descubrirlo y sentirlo.
Creo que es lo que Nasrudin nos quiere dar a entender en su pequeño relato o reflexión.
Recibe un saludo de lo + cordial y que tengas una buena semana.
Interesante, pero no quisiera para mi un maestro así.Se pueden explicar las cosas de muchas formas sin necesidad de violencia.
ResponderEliminarUn cordial saludo
Viejas tecnicas de aprendizaje.ahora tendria el maestro una denuncia.Je,je,je...
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