Sermones y sentencias
—Qué pasa, esposo mío, van varios días que no te quejas de la vida.
—Me contaron en la plaza de la aldea que el imán solicitó el puesto de juez, contestó Nasrudin.
—¿Y por qué eso te hace feliz?
—No, no me hace feliz, todo lo contrario, observó el Mullah. Tan solo estoy tratando de disfrutar de la vida hasta el desgraciado día que su deseo se cumpla. Ay... piensa lo penosa que será la vida cuando sus sermones se conviertan en sentencias.
martes, 27 de diciembre de 2011
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Reflexivo, como siempre. Me gustan mucho estas enseñanzas.
ResponderEliminarQue tengas una excelente año 2012.
Saludos cordiales.
Ramón
me dejas pensando. gracias por la reflexión.
ResponderEliminarGracias por compartir estas reflexiones! Feliz año nuevo 2012 y muchas energías positivas! Saludos!
ResponderEliminarLes deseo un muy feliz año nuevo!
ResponderEliminarSu comentario se había ido a mi blog donde te pido sólo predicciones, al parecer tengo demasiados blogs;)