lunes, 4 de noviembre de 2013

Nasrudin

Altruismo

Una y otra vez Nasrudín intentó hacerse un turbante con un retazo de tela que le habían dado, pero era demasiado corto. Por último lo llevó al mercado y se lo entregó al rematador para que lo vendiera.
La subasta comenzó y el Mullah escuchaba confuso como el subastador encomiaba la tela y como las ofertas subían más y más.
"No puedo tolerar que se digan tantas cosas buenas de un míserable trozo de tela que tantos problemas me ha causado, se dijo Nasrudin. ¿Acaso puedo ocultar los defectos de una cosa tan poco meritoria?".
Entonces se acercó furtivamente al hombre que había hecho la última oferta y le susurró al oído:
—No vale la pena comprar esta tela para un turbante; es muy corta.

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