Tú lo perdiste, tú lo encuentras
Nasrudin estaba cortando leña en el bosque. Como tenía mucho calor, se quitó el manto y lo colocó en el lomo de su burro. Luego regresó a cortar leña. En ese momento un furtivo ladrón le sustrajo su manto. Cuando tuvo bastantes troncos, el Mullah empezó a cargar la leña en el burro y se dio cuenta de que su manto había desaparecido. Dando una palmada al animal en la grupa, vociferó:
—¡Tonto descuidado! ¡Vete ya a buscar el manto que perdiste y no te atrevas a volver sin él!
viernes, 7 de noviembre de 2014
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