¿Podría usted identificarse?
Cuentan que el Nasrudín se acercó a un cambista para hacer efectivo un pagaré.
El banquero lo miró sorprendido de que alguien tan desaliñado viniera a cobrar aquella suma, y preguntó al Mullah:
—Por favor, ¿podría usted identificarse?
Nasrudín actuó sacando un espejo. Se mantuvo contemplando, hasta que, muy ufano, dijo:
—¡Menudo susto me habías regalado, hermano, pues claro que soy yo!
¡El mismo yo que salió hace un año para seguir la Ruta de la seda!
jueves, 16 de julio de 2009
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