
Una súplica
Un hombre se aproxima al Mullah Nasrudin y le pregunta en súplica:
—¿Por qué Dios no habla conmigo como lo hace con los demás?
—Oh, seguro que sí, lo hace, le contesta pronto Nasrudin y agrega:
¡Él, utiliza tus errores para decirte el camino!
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