Insaciables
Un día, un rebaño de cabras del vecino entró en el huerto de Nasrudín y comenzó a devorar con avidez cuantos vegetales había a la vista.
—¡Date prisa!, gritó la esposa del Mullah. Ahuyenta a esos animales; son las criaturas más glotonas del mundo y nos dejarán sin nada.
—Espera un minuto, contestó Nasrudin, observando que el recaudador de impuestos local subía por el camino. La criatura más glotona no ha llegado todavía.
sábado, 7 de enero de 2012
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Cuanta razón lleva Nasrudín....
ResponderEliminarAl menos el rebaño actuaba por una necesidad... ¿pero el otro?...
Un saludo!!
Xipo "En el mundo perdido" - Participante en la categoría de "viajes"
jajajaja, puede que hasta se coman al recaudador de impuestos, no hay glotón que a otro glotón no venza...
ResponderEliminarUn besazo.