Juez supremo
—Mullah Nasrudín, dijo el emperador Timur, ¡he decidido nombrarte juez supremo!
—Es un honor, Excelencia, pero no soy digno de ello.
—¿Rechazas un mandato real?
—No tengo elección, majestad. Un juez debe ser un hombre puro y justo, adujo el Mullah.
—Ciertamente.
—Pues bien, he dicho que no soy digno. Si estoy diciendo la verdad, entonces no debería ser juez, y si estoy mintiendo, entonces, ¿cómo un mentiroso va a convertirse en juez supremo?
viernes, 11 de mayo de 2012
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Te he dejado un regalito en mi blog, espero que puedas pasar a recogerlo. Un besazo.
ResponderEliminarhttp://artedesermaestra.blogspot.com.es/2012/05/blog-de-interes-chesaudade.html
hola!! visité tu blog y está genial, Me gustaría enlazarlo en mis blogs y por mi parte te pediría un enlace hacia el mío tambien y de esta forma ambos nos ayudamos a difundir nuestras páginas.
ResponderEliminarSi puedes escríbeme a ariadna143@gmail.com
saludos
Por la honestidad de esas palabras suyas, Nasrudin sería sin duda un buen juez. Saludos.
ResponderEliminarPerdona master por dejar un mensaje sobre tí en Booster, me sentí obligado.
ResponderEliminarSaludos y gracias por el post.
Excelente entrada amigo! Un abrazo!!
ResponderEliminarInteresante y reflexiva entrada.
ResponderEliminarSaludos.
Ramón
Nasrudin siempre nos mueve las neuronas.
ResponderEliminarsaludos.
Un capo Nasrudin
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