Autodefensa
Nasrudin estaba atravesando un campo cuando un macho cabrío le embistió. Sin tiempo para escapar, el Mullah se mantuvo en su sitio
y golpeó al animal entre los cuernos con una gran piedra. El macho cabrío cayó al suelo justo cuando su propietario llegaba corriendo.
—Has matado a mi mejor cabra.
—Lo siento, pero intentaba matarme.
—¿No podías haberle golpeado simplemente en el trasero?
—Podía, sí, contestó Nasrudín, pero no intentaba matarme con el trasero, sino con los cuernos.
lunes, 1 de diciembre de 2014
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