Ceguera nocturna
Nasrudín llamó al médico y se quejó de que todo lo veía con manchas negras. Cuando el médico hubo examinado al enfermo y extendió la prescripción, había caído la noche y pidió que le prestaran un farol. Unos días más tarde, encontró a Nasrudín y le preguntó por su vista.
—Por desgracia, dijo Nasrudín moviendo la cabeza, ahora sufro una ceguera nocturna total. Quizá sea porque todavía tienes mi lámpara.
viernes, 30 de enero de 2015
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