En el almacén
Un hombre llegó a la tienda de ultramarinos de Nasrudín y le preguntó el precio de las nueces.
—Dos monedas de oro la libra.
—¡Es un precio escandaloso!, rugió el cliente ¿No tienes una pizca de conciencia?
—Lo siento, contestó el Mullah Nasrudín, pero ese artículo no lo tengo en el almacén.
miércoles, 3 de junio de 2015
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Nasrudin sigue igual de sabio. Qué digo igual... aún más.
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