El pecado y el mal son odiosos
Nasrudin entró a la Tierra de los Tontos.
—Oh, amigos, gritó. El pecado y el mal son odiosos.
Hizo lo mismo todos los días durante varias semanas.
Un día, cuando estaba a punto de repetir su advertencia, vio a un grupo de Tontilandeses de pie con los brazos cruzados.
—¿Qué están haciendo?
—Acabamos de decidir qué hacer acerca de tanto pecado y tanto mal de que has estado hablando todo el tiempo.
—¿Así que han decidido evitarlo?
—No, hemos decidido evitarte a ti.
domingo, 19 de julio de 2009
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