Arriesgado
Una enorme multitud asistía a un discurso espiritual, en el cual, una mujer joven y atractiva se inclinó demasiado sobre el balcón, perdió el equilibrio y cayó, pero su vestido quedó atrapado en una lámpara de araña que la mantuvo suspendida en el aire.
El predicador, de inmediato notó la situación de la mujer y advierte
a la congregación:
—La persona que mire hacia arriba, está en peligro de ser castigado con la ceguera.
El Mullah Nasrudin, que estaba presente, susurró al hombre sentado junto a él:
—Creo que voy a arriesgar un ojo.
domingo, 11 de abril de 2010
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